sábado, 25 de diciembre de 2010

EMPTY

Tan jodidamente vacía, 
viviendo por inercia,
arrastrada por la corriente,
buscando algo que no existe,
para nunca poder ser feliz.


Mejor no tener nada,
para no tener nada que perder,
Mejor tragarme toda mi basura,
para no tener que salpicar a nadie.
Miedo, tanto miedo. 


Obstáculos que no quiero saltar,
Fronteras que no quiero cruzar,
Riesgos que no quiero correr,
Muerta, hueca y aún viva. 

domingo, 7 de noviembre de 2010

Envidia...

Tanta envidia, tanto odio,
tu boca, su boca.
Tanta envidia, tanto odio,
tu sonrisa, su sonrisa.
Tanta envidia, tanto odio,
tu cuerpo, su cuerpo.

domingo, 12 de septiembre de 2010

I LOVE YOU / I DON'T



Deshojando margaritas doradas,
Deshojando ilusiones marchitas.


Peino mis cabellos con peines de plata,
Retozo en nubes de polvo y lágrimas,
Busco mi reflejo en agitadas lagunas estancadas,
Ansío ver mi rostro y no veo nada;
Turbia como el mar, mi imagen se torna
Quiero encontrame mas no me hallo.

El cielo bajo mis pies tiembla de miedo,
El firmamento se resquebraja en silencio,
Cayendo a un limbo sin orden ni concierto;
Infinito caos que va calando en mi mente,
Dos senderos, pero solo uno es el camino,
Tome cual tome sé que no habrá retorno.

domingo, 13 de junio de 2010

SUEÑOS...


Este pequeño texto lo escribí hace mucho tiempo y hoy, por casualidad lo he encontrado en un cajón abandonado de mi cuarto...

De niña siempre me preguntaba:
¿A qué huelen los sueños?
Ahora que te conozco ya sé la respuesta:
A sueños huelen tus manos,
que con dulzura deshojan mi cuerpo;
A sueños tu pelo, que con ritmo inquieto acaricia mi piel;
A sueños, mi vida, huele mi mundo
porque mi mundo eres tú,
porque mi sueño eres tú.

sábado, 29 de mayo de 2010

EVEN IF YOU KNEW IT...



Es como la crónica de una muerte anunciada… sabes que pasará, sabes que más tarde o más temprano se romperá, dolerá, caerás… pero mientras sonríes, mientras disfrutas de aquel espejismo que tienes ante tus ojos. Es más, llega un momento en el que no sabes distinguir entre realidad y ficción, entre cielo e infierno, entre bueno y malo… y así un largo etcétera.

Sí, lo sabías… sabías que este momento llegaría, que no podrías evitarlo por más ilusión que le echaras, por más que ignoraras el sonido de tu derrota mucho antes de que calleras… sí mucho antes. Puede que desde el mismo momento en el que todo empezó (si es que empezó algo alguna vez…) desde ese momento tu sentencia ya se había dictado… caería tu cabeza, sí o sí.

Siempre puedes cobijarte en aquella frase tan recurrente de: “fue bonito mientras duró”. Bueno, quizás fue bonito, pero efímero e insuficiente. Porque nunca estarás conforme, siempre querrás más y más e incluso un poco más aún, si cabe.

Ahora se derraman por tus mejillas las lágrimas que siempre supiste que lo harían… siempre, siempre supiste que tu corazón se rompería en dos, que todas tus ilusiones se irían al traste, que todo ardería y finalmente desaparecería entre tus dedos. Pero no todo se esfuma así porque sí… esta herida que se va abriendo poco a poco, esta herida no se irá nunca… por mucho que con habilidosas manos remiendes los pedazos que se desgarraron de tu alma. Nada, nada sirve, está más que comprobado.

Así, no despertará en ti una cálida sonrisa el pensar en los besos que diste y te dieron, solo te despertará el más frío desconsuelo al pensar en los muchos otros que podrías haber dado y en los muchos otros que podrías haber recibido…

Así es la vida, simple, clara… pero que de alguna manera se complica… o más bien la complicamos nosotros con nuestras retorcidas mentes… quizás sea para no aburrirnos, porque somos masoquistas o… por cualquiera sabe qué. Yo lo único que sé es que dolió, duele y dolerá; aunque ya supiera que todo se acabaría, aunque mi muerte estuviera ya anunciada.

domingo, 16 de mayo de 2010

::Cruel games::






Juro y perjuro que no volveré a ti,
que no caeré en tus crueles juegos,
pero ya ves, aquí me tienes:
amarrada a tu tablero.
Tú dictas las normas,
Yo, siempre pierdo.

jueves, 25 de febrero de 2010

:: Sweet Nightmare ::


Sumida en un dulce sueño,

Bajo un cielo de nubes de algodón,

Sobre una alfombra de verdes praderas,

Nada podrá jamás hacerme daño aquí,

En este mundo que solo existe para mí,

Pues yo fui la única artífice de esta gran mentira,

Forjándola lágrima a lágrima, desgarro a desgarro.


Sedada, dormida en este valle encantado,

Donde yaceré inconsciente el resto de mi dulce letargo,

Donde de nada sirve que un príncipe azul me despierte,

Donde no cabe esperar esperanza alguna,

Pues yo ya he renunciado a vivir.


Aun sintiendo tus cálidas lágrimas por mi rostro resbalar,

Aun saboreando en mi boca tu soplo de aire desesperado,

Aun sintiendo tus imbatibles manos golpear contra mi pecho,

Aun así, no abriré mis párpados a tu luz,

Y me hundiré en mi oscuridad para siempre.




jueves, 18 de febrero de 2010


Tus besos me enseñaron que nada es eterno en esta vida,

Ni siquiera el dolor y la rabia, que hoy devoran mis entrañas.

Aunque arrancaste mi corazón de cuajo con esas manos,

Aunque desgarraste mi piel a feroces dentelladas,

Aunque ahora mi corazón no sea más que un músculo inservible,

Si tienes que irte, vete. Si tienes que desaparecer, desaparece.


El tiempo borrará las marcas que en mi cuerpo dejaron tus manos,

El tiempo cerrará las heridas que aún supuran en mi alma,

Otros labios se encargarán de devolver el aliento a los míos,

Otras manos se encargarán de devolver el tacto a las mías,

No creas que no me levantaré, no creas que me venciste,

No creas que después de ti no hay nada más,

No creas que no despertaré de entre las tinieblas.


Dejaré correr mi sangre hasta que de mis venas desaparezca tu veneno,

Dejaré a la lluvia caer sobre mi cuerpo para que disuelva tus abrazos,

Dejaré que el viento azote mi piel para que se lleve tus caricias,

Hasta que no quede nada, nada de ese amor, nada de ti.

jueves, 21 de enero de 2010


Rodeada de alambres, en un mar de espinos,

Atrapada en juegos, de un loco lunático.

Me muerdo la lengua, cuando no debo,

Y cuando debo, voy y no muerdo la tuya.

Quisiera ser la prisionera de tu cárcel,

Quisiera, entre barrotes, articular tu nombre.

Pero choco mi cabeza contra un muro,

A ver si así recupero la conciencia.

Más tu veneno corre por mi sangre,

Y hace añicos mi quebradiza razón.

Muerde mi cuello con dentellada profunda,

Deja en mí tal huella que jamás pueda borrarla.