sábado, 29 de mayo de 2010

EVEN IF YOU KNEW IT...



Es como la crónica de una muerte anunciada… sabes que pasará, sabes que más tarde o más temprano se romperá, dolerá, caerás… pero mientras sonríes, mientras disfrutas de aquel espejismo que tienes ante tus ojos. Es más, llega un momento en el que no sabes distinguir entre realidad y ficción, entre cielo e infierno, entre bueno y malo… y así un largo etcétera.

Sí, lo sabías… sabías que este momento llegaría, que no podrías evitarlo por más ilusión que le echaras, por más que ignoraras el sonido de tu derrota mucho antes de que calleras… sí mucho antes. Puede que desde el mismo momento en el que todo empezó (si es que empezó algo alguna vez…) desde ese momento tu sentencia ya se había dictado… caería tu cabeza, sí o sí.

Siempre puedes cobijarte en aquella frase tan recurrente de: “fue bonito mientras duró”. Bueno, quizás fue bonito, pero efímero e insuficiente. Porque nunca estarás conforme, siempre querrás más y más e incluso un poco más aún, si cabe.

Ahora se derraman por tus mejillas las lágrimas que siempre supiste que lo harían… siempre, siempre supiste que tu corazón se rompería en dos, que todas tus ilusiones se irían al traste, que todo ardería y finalmente desaparecería entre tus dedos. Pero no todo se esfuma así porque sí… esta herida que se va abriendo poco a poco, esta herida no se irá nunca… por mucho que con habilidosas manos remiendes los pedazos que se desgarraron de tu alma. Nada, nada sirve, está más que comprobado.

Así, no despertará en ti una cálida sonrisa el pensar en los besos que diste y te dieron, solo te despertará el más frío desconsuelo al pensar en los muchos otros que podrías haber dado y en los muchos otros que podrías haber recibido…

Así es la vida, simple, clara… pero que de alguna manera se complica… o más bien la complicamos nosotros con nuestras retorcidas mentes… quizás sea para no aburrirnos, porque somos masoquistas o… por cualquiera sabe qué. Yo lo único que sé es que dolió, duele y dolerá; aunque ya supiera que todo se acabaría, aunque mi muerte estuviera ya anunciada.

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